De niña no sabía, todavía, que me volvería una Diosa. Jugaba con los niños y niñas en el Tiemplo del Sol, el lugar sagrado de la civilización Inca.
Jugábamos la ronday también hacíamos oraciones al Dios Sol, y desde muy temprano aprendí a venerar a los Dioses.
Cuando crecí un poco más, ya me gustaba pescar en el lago Titicaca. Todos los otros pescadores se quedaban asustados con la gran cantidad de peces que lograba traer en la red.
Todos los pescados eran divididos entre las familias, y las personas comían con mucha felicidad. También hacía que las mujeres se sintiesen más femeninas, felices y atractivas. Con todo eso, más tarde, me elegieron la Diosa de la pesca y de todo lo que es femenino.
®MC
7 comentarios:
Cuando niños no nos imaginamos mayor, solo jugamos. que bueno que tú, como yo tube un destino feliz.
opina en mi blog sobre mi nueva canción, hay una encuesta en él
ah, es verdad... tenemos mucha suerte, no pimentita?
besos!
claro chicantante! lo hago ahora mismo!
besos!
su niñez parece tener sido buena, pero creo que ahora, que ya eres mayor, su vida debe ser mucho más interesante, ?no?
sii, claro!
algun día voy a postar las peripecias de una diosa de las aguas!
jajajja
besos
Diosa, aquí en Brasil, en algunos sitios los pescadores necessitan de su ayuda. Cuando esté en vacaciones venga a Brasil. ¿Yá conoce aquí?
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