martes, 11 de noviembre de 2008

Autobiografía – Una historia a través de los siglos



Voy a contarles la biografía de mi vida hasta el momento, porqué un Dios vive eternamente, o hasta cuando uno cree en él.

Todo empezó con la civilización Inca, una de las más antiguas de América. Sol, el Dios supremo, vio que de niña yo era una persona especial. Les encantaba a todos con mi amistad y simpatía, y esto fue importante para que yo me volviera una Diosa.

Los primeros siglos de la civilización Inca fueron estupendos. Aprendimos mucho y creamos sistemas de agricultura muy avanzados para la época. La fundición del oro también es muy importante para nosotros, pues representa el Dios Sol, lo consideramos un metal sagrado. La pesca también es fundamental, pues nos alimentamos con los peces, y yo soy la responsable por darles ese presente.

Cuando fui elegida Diosa me puse muy feliz, pues era la oportunidad de ayudar a todos con mucha dedicación y cariño. Fue una ceremonia inolvidable. Fuimos hasta el centro de Machu Pichu, en el Templo del Sol, y el Dios sol me hizo una Diosa. Yo tenía una misión: calmar las aguas bravas y ayudar a los pescadores para que tengan una buena pesca. Además de esto, también sería la madre que representaba todo lo que es femenino.

No tuvimos problemas durante mucho tiempo en el Imperio. Todo pasaba muy bien y cada día más desarrollábamos nuestras habilidades con la pesca y con la agricultura. Pero un día, pasó algo muy raro. Llegaron a Machu Pichu unas personas que no conocíamos. Eran muy distintas de nosotras, llevaban ropas que nunca habíamos visto antes y hablaban otra lengua. La comunicación fue difícil, pero al fin logramos comunicarnos.

Inicialmente no querían pelear con nosotros, pero después que vieron el Templo Sagrado, que era hecho con oro, ellos se volvieron locos. No comprendíamos el porqué, pues era para nosotros un lugar sagrado y muy importante. Para nuestra desgracia, no era un lugar sagrado para ellos, y empezó la guerra. Ellos mataron a casi toda la civilización y destruyeron toda la ciudad sagrada.

Después descubrí quiénes eran: los españoles. Para ellos, el oro era una forma de riqueza y no se importaron en destruir una civilización tan antigua para solamente conseguir dinero. Por lo contrario, las civilizaciones americanas eran consideradas inferiores a las europeas, y por eso deberían ser dominadas y el idioma y culturas europeas era lo que tenía que dominar en toda la América.

El español se convirtió en la lengua hablada en la región Incaica y perdemos nuestra identidad cultural. Fuimos obligados a tener el catolicismo como religión, y adorar otros Dioses era prohibido. Yo y los otros Dioses nos quedamos muy tristes, pero no podíamos hacer nada, si hiciéramos, podrían matar más y más personas.

Entonces el tiempo pasó. Durante muchos siglos yo cuidé de las aguas y de las mujeres que restaron de nuestra civilización. Hoy, la memoria de los Incas todavía vive en las ruinas de Machu Pichu, en el lago Titicaca, en Cuzco, en todos los rincones donde esta maravillosa civilización estuvo.

Lo que más me pone feliz es poder cuidar, hasta hoy, del pueblo que aún cree en mí. Yo voy a vivir hasta cuando pueda ayudar a una persona, y además nunca moriré, pues la Cultura Inca está todavía viva en toda América.

3 comentarios:

Elzimar dijo...

Ojalá los dioses puedan hacer el bien a la humanidad.

El conquistador dijo...

Gracias por el comentário.. Creo que voy continuar sin..
espero reverte..
besos..

Isabel Martins dijo...

gran amiga, voy a sentir falta de estes buenos tiempos en que cambiamos "cromitos" en la red; gracias por todo; besotes